Por Lord Voivodul
En lo profundo del subsuelo musical de México, donde la oscuridad y la electrónica se entrelazan como serpientes danzando en un ritual industrial, emerge EGGVN, una banda que no solo hace música: convoca una experiencia sensorial, ritual y devastadora. Desde su formación, este dúo —cuyo nombre alude a la figura esotérica del “Eggevan”, una entidad simbólica de caos y transgresión— ha sabido esculpir un estilo propio dentro del espectro dark industrial con una mezcla visceral de sonidos electrónicos extremos, lírica blasfema y estética apocalíptica.
El Génesis de la Herejía
Originarios de México, EGGVN (pronunciado EGUN o EGG-VEN, dependiendo del oyente) fue creado por dos mentes obsesionadas con lo oculto, lo ritual y lo ruidoso. Su identidad ha permanecido en gran parte envuelta en anonimato, pero su presencia es imposible de ignorar. Con máscaras, túnicas y un aire de misterio, EGGVN renuncia a la personalidad individual para dejar que el mensaje —y el ruido— hable por sí mismo.
Inspirados por bandas como Hocico, Nine Inch Nails, Godflesh y Behemoth, pero también por textos esotéricos y simbolismos alquímicos, EGGVN construye una propuesta donde lo religioso se subvierte y lo sonoro se transforma en una forma de exorcismo contemporáneo. Su sonido es un martillo: percusiones industriales, sintetizadores abrasivos y voces distorsionadas que evocan letanías demoníacas.
Discografía para el Fin del Mundo
Desde su primer EP “Rites of Anguish”, EGGVN ha dejado claro que su terreno es el de la confrontación. Con tracks como “Disciples of the Black Sun” o “Ritual of Flesh”, su sonido se mueve entre el aggrotech, el industrial metal y el EBM más brutal. Su álbum “Corpus Delecti”, lanzado bajo el sello alemán Out of Line Music, consolidó su posición como una fuerza emergente dentro de la escena internacional de música oscura.
Temas como “Godless” y “The Luciferian March” son auténticos himnos de guerra para quienes buscan algo más allá del beat de club: son invocaciones de energía oscura, perfectas para danzar al borde del abismo.
La Misa Negra en Vivo
Ver a EGGVN en directo es asistir a una liturgia posthumana. Entre columnas de humo, luces rojas y visuales crípticos, el dúo convierte cada presentación en un acto de rebelión estética y espiritual. No hay discursos banales ni poses prefabricadas: solo un martilleo constante de sonido que busca quebrar estructuras, tanto mentales como emocionales.
Han compartido escenario con actos clave de la escena dark electrónica global y su presencia en festivales europeos ha sido recibida con culto fervoroso, especialmente en Alemania, donde el industrial es más religión que género.
Un Futuro Más Oscuro que el Presente
EGGVN no es solo música; es una declaración. En un mundo saturado de fórmulas y superficialidad, esta banda mexicana ofrece una experiencia artística total, compleja y profundamente perturbadora. Su mensaje no es esperanzador, pero sí necesario: en la podredumbre también hay belleza, y en el caos, creación.
Para quienes se atreven a mirar al abismo —y escuchar lo que grita de vuelta—, EGGVN es guía, látigo y espejo.
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